
UN DÍA DE REFLEXIÓN Y ESPERANZA
Se conmemora la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo, es un día de silencio, de contemplación y de adoración a Cristo crucificado, quien, con su entrega total, no ha redimido del pecado.
Este Viernes Santo, nos recuerda que el sacrificio de Cristo no es el final, sino el preludio de la Resurrección.