
EL SISTEMA CARTESIANO DE LA INDUSTRIA PETROLERA FRENTE A LA POLÍTICA DE DONALD TRUMP
Germán Márquez Gil
Publicado en: Bitácora Económica
La agresiva política de coerción del actual Gobierno de Estados Unidos (EE.UU.) contra Venezuela y su industria petrolera se intensificó en el mes de marzo, observamos por diferentes medios de comunicación y agencias de información, la derogación de las licencias otorgadas a diferentes empresas (Chevron, Eni, Maurel and Prom, Repsol, así como inversionistas privados (Global Oil Terminals) para la comercialización de crudo y productos derivados provenientes del país sudamericano.
Del análisis de este complejo momento de la dicotomía reinante en la política de la administración del presidente Donald Trump (DT) hacia Venezuela, puedo visualizar posibles escenarios que pueden presentarse a futuro en la república con énfasis a la industria del petróleo nacional. Me he remontado a mis estudios de secundaria y universitarios para expresar gráficamente a través de un sistema cartesiano, cuatro posibles escenarios que considero podrían presentarse;
I. Recordemos que el primer cuadrante del plano cartesiano es la parte superior derecha del gráfico anexo, donde las coordenadas (x) – (y) son positivas. Este sería el escenario deseado, una reposición de la paz con el levantamiento de las Medidas Coercitivas Unilaterales
Bajo estas consideraciones la nación estaría favorecida, se tendría acceso a capitales financieros internacionales, vendrían negociaciones con los acreedores de deudas con el Estado, inversionistas privados sin temor a sanciones regresarían a participar en los diferentes sectores donde las potencialidades del país se desbordan, sin restricciones ni barreras comerciales los socios de la industria petrolera continuarían desarrollando los planes de negocios con sus respectivos desembolsos de CAPEX y OPEX, dinamizando las empresas conexas de servicios y bienes, lo que se traduce en crecimiento de producción y por ende de capitales. Con mejores ingresos financieros, no tengo duda que la diversificación económica daría pasos más grandes y otros sectores productivos se sumarian al desarrollo productivo venezolano, lo que se traduce en cambios positivos de las variables macroeconómica del Estado.
II. Ahora me ubico en el segundo cuadrante, parte superior izquierda coordenadas (x) positivas, pero (y) negativas. En este escenario, continúan las sanciones, pero imagino al gobierno de DT renovando la licencia a Chevron y/u otras empresas de EE.UU., privadas relacionadas directamente a él (DT)
Este escenario, no es el más propicio para el Estado, pero con la flexibilización de las sanciones se reintegra a mercados energéticos tradicionales, con condiciones favorables que permiten mejorar los ingresos para el repunte de la economía nacional y bienestar de su población.
III. Miremos el tercer cuadrante parte inferior izquierda, donde las coordenadas (x) – (y) son negativas. La cara más dañina de este ejercicio predictivo. Fueron públicas y notorias las dificultades que atravesó Venezuela con la política de máxima presión que la primera gestión (2017-2021) de DT le aplicó. He denunciado y escrito sobre los daños y perjuicios que causan las Medidas Coercitivas Unilaterales sobre la industria petrolera, puntualizando que entre el 2016 y 2020 la producción declino un 76%, por ello debemos insistir en que se levante el bloqueo económico, financiero, comercial y operacional que restringe al país, es necesario romper las cadenas de fuerzas que aún limitan el libre e irrevocablemente derecho de independencia y soberanía.
Esta sección es de total conflicto, EE.UU., y países aliados presionan y obstaculizan cualquier crecimiento económico de la nación, pudiendo mermar nuevamente los volúmenes de producción de hidrocarburos y por ende del comercio, lo que reduce el ingreso de divisa proveniente de esta importante actividad, retrocediendo o ralentizando los pasos de recuperación económica que ha venido experimentando la nación en los últimos años, impactando en los índices de calidad de vida de la población venezolana.
IV. Último cuadrante del sistema, aquí las coordenadas (x) son positivas mientras que las (y) negativas. Otro escenario que ya se vivió, se continúan fortaleciendo las alianzas con socios expertos en maniobrar frente a escenarios conflictivos, que a través de estrategias operativas consiguen comercializar el crudo y sus derivados. Países que al igual que Venezuela han sido ilegalmente atacados y cercados para excluirla del mercado energético, pero obviando la poderosa realidad, que es conocido mundialmente, que las reservas de petróleo más grandes del mundo yacen bajo el suelo patrio venezolano, por tanto, es muy difícil excluirla del sistema energético global. Obviamente, hay que referir que el negocio petrolero internacional asocia una serie de variables donde los involucrados pueden inclinar la balanza a su favor condicionando; puertos de destino, costos de transportes, precios de realización, cantidades y calidades de productos, así como márgenes de refinación, son variantes todas las negociaciones que pueden ocurrir. Existe un costo asociado a transacciones de alto riesgo, teórica y operacionalmente está demostrado que, los costos por venta, flete y seguro son mayores y los precios finales asocian descuentos e incentivos.
He sido consecuente en describir la resistencia de miles de trabajadoras y trabajadores del sector petrolero, para poder mantener a flote la industria en los momentos de mayores dificultades, cuando detuvimos la drástica caída de producción que comenzó en 2017 y que logramos detener en aquellos meses de 2020, cuando nos mantuvimos a flote, emprendiendo las mejores prácticas operacionales y técnicas para el mantenimiento e incremento de producción antes de la flexibilización de finales del 2022. Hoy vemos una industria del petróleo, que continúa recuperándose, colocando más barriles en el mercado energético global, abierta a la inversión privada nacional e internacional, ampliando sus relaciones y socios a través de nuevos esquemas de negocios, con una producción por encima del millón de barriles, ahora es víctima nuevamente de la arremetida de la administración de DT auspiciada por la ultraderecha venezolana.
Aun así, no tengo duda que, de presentarse alguno de los dos últimos escenarios descritos para el cuadrante III y IV, la empresa petrolera nacional activará el Plan de Independencia Productiva Absoluta anunciado por el Ejecutivo Nacional, con esfuerzo propio seguirá produciendo y exportando crudo, con la ayuda de aliados volverá a sortear los cordones que el gobierno e instituciones estadounidenses amarran para cercar y aislar a Venezuela del mercado energético internacional. Por tanto, el petróleo venezolano y sus derivados seguirán siendo comercializados en Rusia, Medio Oriente, Europa y Asia, llevado en buques de banderas camufladas, cuyos clientes en anonimato esquivan las sanciones y asedios ilegales del Gobierno de los EE.UU., y demás colaboradores.
Finalmente, el orden de la descripción de estos cuatro cuadrantes no asocia ningún análisis de probabilidad u ocurrencia, pero como venezolano y petrolero, deseo un escenario; libre de sanciones, bloqueo, aranceles, camisas de fuerza o cualquier otra condición que limite la capacidad operacional y económica del país y de su principal industria productiva; la petrolera.