
ATERRIZAR EN SAN BARTOLOMÉ: SOLO PARA EXPERTOS
El aeropuerto Gustaf III, en la isla caribeña de San Bartolomé, es un desafío global para la aviación debido a su pista de apenas 640 metros, rodeada de colinas y a escasos metros de una playa turística.
Cada aterrizaje exige maniobras de precisión: los pilotos deben descender en picado para evitar obstáculos naturales y frenar en segundos, convirtiendo la operación en una hazaña técnica que atrae a viajeros ávidos de adrenalina.
Aunque las autoridades insisten en que los procedimientos son seguros, expertos señalan que solo aviones pequeños y tripulaciones especializadas pueden operar aquí.
Fuente: Sputnik
G.S.